ESTÉTICA DEL ARTE EN CINE

Haciendo un entrecruzamiento transversal de dos filmes, cuyo valor estético se establece en el percepto focal del erotismo.

El concepto de percepto es de DELEUSE y consiste en relación subjetiva entre la obra y la percepción con afecto de quien la mira

Me refiero al film NINFOMANIA 1 del director LARS VON TRIER de Dinamarca 2013 en la persona (CHARLOTTE GAINSBOURG) como JOE

Y EL AMANTE Dirigida por JEAN JACQUES ANNAUD en el papel de JANE MARCH producción franco británica y vietnamita.

En ambas películas se insiste en la problemática de la adolescente – revolucionadas de hormonas inquietas a punto de bullir, ambas estallan desenfrenadamente al placer sexual casi gimnástico.

JOE en Ninfomanía, juega, al placer sin límite con su amiga, y luego independientemente en el borde de lo físico hacia el placer único.

En el amante, Jane lo hace, y ejerce una suerte de prostitución temprana, por dinero ¿? o solo placer sexual, con su amante Chino.

Ambas platean la diferencias de tonalidades occidentales del Eros, traducido como ”amor” en nuestra cultura

Los griegos Eros lo pensaban como puro instinto de vida en oposición a la pulsión de muerte Tanatos, sin una diferencia entre la profusión de la relación sexual sin el el sabor y perfume del “amor” accidental (goce).

Curiosamente el goce, como placer se suspende cuando JOE en Ninfomanía queda congelado y llora por estar anestesiada , precisamente cuando se enamora, con el joven que busco para perder la virginidad muy tempranamente y retorna después de enormes giros, “el eterno retorno de lo idéntico”.

En El amante Charlotte, practica su sexualidad con su amante chino, con quien también busco perder su virginidad, como un ritual religioso de una pureza estética incomparable hasta que El amante chino termina, o siempre lo estuvo se enamora profundamente? y confiesa su congelamiento libidinal, no siente nada, confesado en un grito desagarrante.

En síntesis obras fílmicas focalizadas en un problema dramáticamente contemporáneo.

Carlos Eleazar Garzón